El proyecto afronta la reforma de un ático en la zona norte del centro histórico de la ciudad de Sevilla. El punto de partida de la intervención es la unión de dos apartamentos independientes, anteriormente reformados. Se trata de dos duplex desarrollados en dos crujías en planta baja y una crujía y una gran terraza en la planta alta. La unión de ambos apartamentos nos ofrece la posibilidad de conseguir algo muy complicado en el centro histórico de la ciudad, un espacio continuo y longitudinal paralelo a la calle, el salón, que se convierte en el espacio principal del proyecto, en planta baja y una terraza en planta alta que reproduce las características del espacio inferior, pero al aire libre. La propuesta por tanto organiza todo el programa doméstico en torno a estos dos espacios, de forma que siempre se sitúan los elementos de menor escala del programa -dormitorios, baños, cocina,etc.- en la segunda crujía de la vivienda, tanto en planta baja, como en planta alta. De esta forma se posibilita una relación de recorrido, iluminación y utilización, que trata de huir de una organización espacial convencional. Para ello se explora las diferentes posibilidades del límite entre espacios con un material como protagonista; el vidrio. Se emplea este como cerramiento o revestimiento, a veces transparente, coloreado o translucido, tratando de evidenciar la relación de interdependencia de esos espacios menudos con los espacios principales de la casa.