Ampliación y Reforma IES Juan de Aréjula
Lucena, Córdoba. 2011
Promotores: ISE Junta de Andalucía
Constructora: Acciona, SL
Presupuesto: 5.348.964,66 euros
Arquitectos: Giudecca Arquitectos
Fotografías: Fernando Carrasco
El proyecto aborda la ampliación y reforma del IES Juan de Aréjula un edificio construido en diferentes etapas que constaba de siete edificios; los edificios E y F de más antigüedad cuya demolición se proponía desde el enunciado del concurso. Los edificios A, B, C , construidos aproximadamente en la misma época y que el proyecto contemplaba su redistribución.; el A formando parte del programa de bachillerato, el B del ciclo formativo de Automoción y el C del ciclo formativo de Sanitaria. El edificio D es un proyecto de los años noventa, en el que se proponía su redistribución para el ciclo formativo de administrativo y la reubicación de la cafetería en éste módulo. Por último el adaptación y ampliación. Los edificios a rehabilitar no tienen excesivo interés desde el punto de vista arquitectónico. A los problemas derivados de la antigüedad de la edificación y del continuado uso se superpone la ausencia de calidad espacial, con espacios insuficientemente iluminados, de escala insuficiente, y con reorganizaciones parciales de sus programas que han contribuido a deteriorar más el espacio. El proyecto propone una pieza perimetral de nueva edificación, que actúa como envoltura de las edificaciones existentes, relacionándolas en diferentes puntos y asumiendo toda la complejidad programática. Se construye un basamento continuo que mantiene la autonomía de las piezas preexistentes pero que a la vez las cose y las inserta en un nuevo edificio que tiene la vocación de construir el límite de la parcela, generando una nueva fachada y una percepción formal diferente a la existente en la actualidad. La construcción de este basamento se colmata o se diluye en función de las necesidades programáticas. Es en la fachada sur donde se hace más densa para contener el programa casi integro del D3, en una pieza de tres plantas, que modifica los accesos al edificio creando una pieza de ingreso a dos alturas que formaliza la importancia de este punto del proyecto. La nueva envolvente del edificio sigue siempre las mismas pautas: se ciega en planta baja, para contener espacios del programa o vacíos ajardinados y se perfora en algunos puntos para mostrar los vacíos de la parcela. Cuando adquiere una mayor densidad programática se añade una segunda crujía de edificación que alcanza una o dos plantas y que siempre muestra al exterior del edificio de forma velada, los recorridos y la vida que las galerías de comunicación de un edificio como este tienen. Por tanto, el nuevo límite del complejo edilicio se hace muy opaco en planta baja, para mostrarnos cuando se supera esa altura todo el dinamismo de un centro educativo.