El proyecto trata de contribuir al entendimiento del espacio del parque, mediante un itinerario transversal a los existentes en dirección norte-sur, que permite reconocer el sistema dunar completo. Al igual que posibilita la relación entre las dos piezas de carácter científico, el CIECEM y el Museo del Mundo Marino, generando un espacio servidor y de apoyo al programa de ambos edificios, y reforzando de este modo la lectura global del territorio. Se hace una interpretación del entorno que incide en lo variable, en lo precario, en una intervención cuya presencia se rastrea por el usuario en su movimiento por el parque y que en ningún caso trata de urbanizarlo. Simplemente construir un itinerario que refuerce aquello que potencialmente ya existe . Insertando varios acontecimientos a medio camino entre la escultura y la arquitectura, en un recorrido que bordea el límite de la duna fósil hasta conquistarla. Generamos tres piezas que se relacionan visualmente entre sí. La primera configura la entrada al recinto, sustituyendo la entrada de servicio actual, por una principal que transforme los recorridos secundarios del parque en primarios, un segundo espacio denominado "Estancia didáctica", en el que situar parte del contenido programático de apoyo al conocimiento del funcionamiento de la energía renovable. Un tercer espacio en la parte alta de la duna fósil desde el que observar y controlar todo el territorio. Precisamente el reconocimiento de este es una de las apuestas del recorrido propuesto, ya que en la actualidad la relación con el mar es apenas reconocible desde el interior del parque. La envergadura del proyecto con una superficie de placas equivalente a veinte árboles solares, la importancia del entorno, y las investigaciones desarrolladas en el seno del grupo de investigación HUM 789, nos han llevado a reconsiderar la siguiente cuestión; ¿es un bosque solar la suma de árboles solares?,¿Qué es un bosque en el contexto del parque de Doñana?. Nos parecía interesante profundizar en ambas ideas y pensar que un bosque de pinos no es más que un filtro esponjoso colgado a cierta altura, que deja pasar la luz tamizada, el viento, y se soporta en una serie de elementos de directriz recta colocados aleatoriamente. La otra línea de investigación desarrollada trabaja sobre la flexibilidad en la disposición del soporte de captación, en este sentido nos parecía interesante plantear una alternativa a la rigidez que supone el situar las placas en un único plano de captación. El bosque solar se constituye con un techo de elementos lineales que producen la proyección de sombras sobre el suelo. Ya no estamos ante el hecho puntual del árbol, sino ante un fenómeno espacial que se sustenta sobre soportes puntuales o lineales dependiendo de la localización en el parque. ​